Cada vez que nuestros estudiantes inician un proyecto desafiante (parece imposible alcanzar los resultados en el tiempo disponible) observamos que se enfrentan a dos preocupaciones:
- No saber la estrategia correcta para cumplir la promesa del proyecto
- Tener miedo a fallar y equivocarse
Los supuestos detrás de estas preocupaciones son (1) Existe una única estrategia correcta y (2) Fallar o equivocarse es “malo o perjudicial”. Paradójicamente son las mismas inquietudes que he enfrentado al partir un nuevo rol, trabajo o proyecto como Ingeniero Industrial.
A continuación, te compartiremos algunas lecciones que serán útiles para que estas dos preocupaciones se conviertan en acciones concretas al partir tus proyectos sociales.
- Aprender de estrategias que ya resultaron. Contactar a compañeros que ya han realizado proyectos similares para aprender de su experiencia.
- Fortalecerse con alianzas. Hacer una lista y contactar a organizaciones, fundaciones o personas que estén realizando iniciativas similares para colaborar.
- Contactar al experto mundial. Agendar una reunión o Skype para conocerse, abrir posibilidades, hacer preguntas y crear redes de ayuda.
- Escuchar a los beneficiarios. Ir a visitarlos para entender sus “dolores” y lo que realmente les aportará el proyecto.
- Simplificar. Tener máxima claridad sobre lo crítico del proyecto y perseverar en esa dirección, todo el resto es deseable cuando lo crítico esté asegurado.
- Convertir un gol. Aunque sea uno pequeño, lograr una acción concreta que te acerque a la meta del proyecto.
- No excusarse en el dinero. El proyecto podría pasar sin dinero en efectivo, logrando patrocinadores, auspicios, alianzas y benefactores.
- Olvidarse que es un curso. Darse permiso por un semestre para enfocarse en lo mucho que podrás ayudar a personas que lo agradecerán y cuanto aprenderás.
- Iniciar un blog o pagina web. No se trata de suplicar likes por clemencia, sino de compartir los avances con todo el mundo.
- Experimentar. En la forma de coordinarse, de organizarse y de evaluarse como equipo.
- Alegrarse de fallar. No se trata de auto-boicotearse. Se trata de tomar conciencia que mientras antes fallas mejor pues eso te permite aprender, implica que la estrategia que utilizaste no era factible y deberás probar otra. Si te equivocas no pierdas tiempo lamentándote, aprende y sigue adelante.
- Avanzar cada día. Un día sin avances es un día que retrocedes (insisto, aunque sea un pequeño paso). Avanzar es salir a la calle y perseguir lo que necesitas. Llamar, enviar correos, pedir ayuda, ofrecer a otros ser parte del proyecto.
- Partir ágil. Inventar formas eficientes (que impliquen poco tiempo) para generar dinero. No endeudarse hasta tener efectivo que asegure cero riesgo para el equipo, negociar para compartir el riesgo en caso de arriendo de locales o ventas de entrada.
- Bienvenida la incertidumbre. Aprender a tener tranquilidad con no saber, pues hasta el final no sabrás lo que pasará con el proyecto. No todo saldrá como esperas.
- Encontrar a las personas que quieren ayudar. Si buscas bien, te sorprenderás de la cantidad de personas que quieren hacer el bien y compartir su tiempo, energía o dinero.
- Aplicar las lecturas y conceptos. Si utilizas desde el principio lo que vas leyendo en las lecturas semanales y los conceptos de cátedra, verás que algunos elementos se hacen más simples.
- Planificación personal. Usar agenda y ruta critica personal te ayuda a administrar tus compromisos (y no abandonar el resto de tus responsabilidades).
- Tu motivación motiva a otros. No dejes que la desmotivación de otros empañe tu experiencia. Al contrario, si te mantienes con motivación podrás inspirar a tu equipo cuando ellos hayan perdido la fe.
- Atesorar preguntas. En distintas situaciones en que sientas incomodidad (tener una conversación difícil, no tener el cuerpo para emitir un juicio, dar una opinión o hacer un pedido), sé conciente que se está revelando una incompetencia que podrías desarrollar. Guarda la pregunta: ¿Qué necesito aprender?.
- El camino es la recompensa. No olvidar que cada día tienes la oportunidad de conocer personas interesantes. El proyecto no es el fin, sino el campo de práctica para aprender.
En los más de 148 proyectos de los últimos años en el IN3001, hemos visto que (1) Los estudiantes inventan distintos caminos para lograr los resultados buscados y (2) Equivocarse (o tener quiebres) es constitutivo de un proyecto. Planteamos, en consecuencia, que las dos habilidades bases que desarrollar a nivel personal en estas primeras semanas son:
- Diseñar e implementar estrategias para cumplir la promesa del proyecto
- Anticiparse y hacerse cargo de errores/quiebres
De esta forma, es posible que tu equipo transite rápidamente de tener preocupaciones a realizar acciones que generen resultados. Y a nivel personal ¿qué harás distinto a partir de estas lecciones?.